Café y memoria: el café mejora la memoria en las mujeres mayores

La pérdida gradual de memoria es algo que suele aquejar de forma cada vez más frecuente a todo tipo de personas cuando traspasan la barrera de los 65 años. El café parece revelarse, a tenor de los últimos estudios científicos realizados, como un medio de combatir el olvido.

A partir de los 65 años, algo curioso comienza a ocurrir en la capacidad de hombres y mujeres para recordar eventos y sucesos pasados: conforme la edad sigue avanzando, la memoria se va deteriorando y si se llega a tener la edad suficiente, incluso se acaba por no reconocer a los familiares más cercanos: hijos, hermanos, nietos…

Recientes estudios realizados por científicos británicos portugueses parecen demostrar, gracias a concienzudos experimentos llevados a cabo en Francia sobre más de seis mil personas, que la ingesta de tres tazas de café diarias aporta beneficios visibles a la salud mental en general y a la memoria en particular de personas mayores de 65 años.

Es más, el efecto producido en este sentido por el café es mayor en las mujeres, debido al parecer porque ellas presentan una mayor capacidad de asimilación de la cafeína. Otro factor a tener en cuenta lo constituye el hecho de que se observó un aumento considerable de los efectos beneficiosos del café en personas más longevas.

Las conclusiones que arroja el estudio indican que, al parecer, el café actúa como inhibidor del mecanismo degenerativo que conduce al mal de Alzheimer, retrasando su aparición. También se ha podido comprobar que su consumo moderado pero habitual permite disminuir las probabilidades de padecer enfermedades como Parkinson, cálculos renales e incluso dolencias emocionales como la depresión.

Como únicas contraindicaciones, los científicos advirtieron que el café puede elevar la presión arterial, provocar insomnio y potenciar el comportamiento irritable, por lo que su consumo debe hacerse de forma responsable y moderada.