Año Nuevo Lunar chino: El año de la rata

Cada año, los chinos designan con el nombre de un animal al nuevo año que, a partir del 7 de febrero, se consagra a la rata. El Festival del Año Nuevo chino es una de las fiestas más significativas para el pueblo chino, indistintamente del origen de sus antepasados. También es conocido como el Festival del Año Nuevo Lunar y, este nuevo año chino, comienza con la luna nueva del 29 de enero.

En el año 2007 le tocó el turno al cerdo, que significa abundancia. Y, ahora, en el 2008, le llega la hora a la rata. La conmemoración tiene mucha importancia para los chinos y es rica en costumbres. Se dice que entre las más famosas están las de varias deidades que son veneradas por sus hazañas y poderes, incluidos tres dioses que gozan de especial beneplácito entre los devotos.

Durante las festividades de Año Nuevo, los orientales suelen engalanarse con vestidos nuevos, además visitan a los amigos, vecinos y familiares con la intención de intercambiar buenos deseos, con la frase: "Kung-shi fa-tsai", que significa felicitaciones y prosperidad. Es un momento propicio para la reconciliación, donde se dejan de lado los rencores del pasado. Además, en todos los lugares se respira un aire de bienestar y alegría que se palpa a través de la decoración, de las comidas y reuniones, de los fuegos artificiales, de los rituales y los eventos variopintos, tales como la danza del dragón y del león.

Los fieles acuden masivamente a los templos para quemar incienso, orar y hacer ofrendas para que sus familiares tengan fortuna y felicidad en el año entrante. Igualmente, los días 5 y 6 de febrero, se realizan reuniones familiares donde todos los miembros cenan en una mesa redonda oriental, para que cada quien escoja a su gusto la comida.

El origen del Festival del Año Nuevo Lunar chino se remonta a miles de años atrás. Una de las leyendas más famosas es la de Nien, bestia feroz que, según cuentan, atemorizaba a las personas en la víspera de Año Nuevo. Para alejar a Nien, se pegaban coplas en papel rojo en las puertas, se iluminaba con antorchas y se encendían petardos durante toda la noche, ya que se dice que Nien temía al color rojo, a la luz del fuego y a los ruidos estridentes. Al iniciarse la mañana siguiente tras haber alejado a Nien por otro año, el saludo común es "kung-hsi" o "felicitaciones".